Un emotivo homenaje se realizó en el Congreso de la República al fallecido precandidato Miguel Uribe Turbay, cuyas exequias se realizan este miércoles en Bogotá, tras un atentado que segó su vida y lo condenó a repetir la historia de su madre, también asesinada cuando el senador de 39 años era apenas un niño.
El Batallón Guardia Presidencial rindió honores al féretro en su salida del Capitolio Nacional, rumbo a la Catedral Primada de Colombia. Pañuelos blancos se agitaron desde las curules donde Uribe Turbay dio resonados debates.
Tras un minuto de silencio, se pronunciaron varios discursos, antes de la salida del cuerpo del senador. Conmovieron las palabras del presidente de la Cámara, Julián López, quien hizo eco del sentir de buena parte del país, y pidió perdón a Alejandro, el pequeño hijo de Miguel Uribe.
“Alejandro, a ti, tan pequeño, inocente y frágil, en nombre de mi hijo Maximiliano y de todas las madres y padres de este país, te hablo con el corazón en la mano. Te pedimos perdón, porque nuestra sociedad, una vez más, no pudo proteger la vida de tu familia, en este caso la de tu padre. Esta historia, Alejandro, que ha sembrado dolor en incontables hogares, debe terminar aquí”, expresó López.
De otra parte, el presidente del Congreso, Lidio García, hizo un llamado a desescalar los ataques, desde el discurso. “Tenemos que bajar el tono de las palabras incendiarias, desterrar la agresión del debate, cerrar las grietas que nos dividen (…) Que el sacrificio de Miguel Uribe Turbay no sea en vano, que su memoria nos empuje, como lo soñó Bolívar, hacia una nación capaz de vivir en concordia y descansar en paz”, afirmó.
También hubo lugar a un discurso del expresidente Álvaro Uribe, que fue leído por el presidente del Centro Democrático, Gabriel Vallejo. “Sacrificaron el árbol fresco del Jardín de la Democracia. Dispusieron de la vida de un gran patriota, de quien dedicó su juventud a amar a Colombia. Martirizaron a su familia. Eliminaron al gran esposo, al gran padre, al gran hermano, al gran hijo”, escribió Uribe Vélez, quien está recluido en su casa en Rionegro, Antioquia, tras una condena de 12 años.
El papá del fallecido senador, Miguel Uribe Londoño, también pronunció un sentido discurso en el agradeció a los colombianos, a los médicos y a los congresistas por su solidaridad. Una frase quedó impresa con dolor en la memoria de Colombia: “Querida María Claudia, serás mamá y papá, así como yo fui mamá y papá hace 34 años”, dijo el acongojado hombre que ha sabido convivir con la pérdida y el sufrimiento.
Durante este homenaje póstumo, se leyó una moción de duelo que establece izar a media asta, durante tres días, la bandera de Colombia en el Capitolio Nacional.
En este acto hicieron presencia John McNamara, encargado de negocios en Colombia, y Christopher Landau, subsecretario de Estado de los Estados Unidos.
El presidente Gustavo Petro no estuvo presente en el homenaje, según el ministro del Interior Armando Benedetti, debido a que la familia del fallecido senador le pidió no asistir a las exequias.