La periodista y actual precandidata presidencial, Vicky Dávila, reveló este domingo 3 de agosto una serie de conversaciones privadas que, de acuerdo con su denuncia, comprometerían directamente al presidente Gustavo Petro en la organización de fiestas privadas financiadas con recursos de la campaña presidencial del año 2022. Los chats, que según Dávila reposan en la Fiscalía General de la Nación, habrían sido extraídos del expediente judicial en contra de Nicolás Petro, hijo del mandatario, a raíz de las denuncias presentadas por su exesposa Day Vásquez.
URGENTE
Este es un problema de Estado. Aquí están las pruebas que el país quería conocer contra Gustavo Petro. “Mujeres, licor, rumba problemática y más….”.
Se trata de 6 conversaciones que permanecían en secreto y que están en poder de la Fiscalía en el expediente contra… pic.twitter.com/hFTPzwtiW4— Vicky Dávila (@VickyDavilaH) August 3, 2025
De acuerdo con Dávila, los mensajes demostrarían un patrón reiterado de comportamiento “desordenado” en el entorno del entonces candidato Gustavo Petro, en donde se organizaban reuniones privadas en distintos hoteles del país, con presunta participación de mujeres transexuales, licor y una supuesta red de colaboradores que incluía a miembros activos o retirados de las Fuerzas Armadas.
Uno de los puntos más sensibles que menciona Dávila y que se revelaría en los chats es la existencia de videos comprometedores, los cuales habrían generado gran preocupación dentro del círculo más cercano del hoy presidente.
#Atención La precandidata presidencial Vicky Dávila reveló chats entre Nicolás Petro y su exesposa Day Vásquez sobre fiestas en campaña de Petro, con “mujeres, licor y rumba problemática”. Según Dávila, los mensajes, en poder de la Fiscalía, datan del 22 de octubre de 2021 e… pic.twitter.com/676E2SpHFC
— La Hora de La Verdad (@Horadelaverdad) August 3, 2025
En uno de los mensajes, atribuido a Day Vásquez hacia Nicolás Petro, hijo del mandatario, se expresa con claridad: “En los videos hay de todo, travestis y demás. Tu papá está jodido, de verdad”. Esta afirmación está acompañada de otras conversaciones que señalan el uso de fondos provenientes, supuestamente, del polémico contratista Euclides Torres, un nombre que ya había sido mencionado previamente en escándalos sobre financiamiento irregular a la campaña del Pacto Histórico.
Dávila también afirmó que, según los chats, las fiestas habrían sido organizadas con la complicidad de un coronel, encargado de contactar y coordinar la presencia de mujeres en estos eventos. En una de las conversaciones, se lee la preocupación por no repetir un incidente anterior: “Busquen un hotel donde no se supo nada la vez pasada”, se afirma en tono de advertencia en los presuntos chats entre Petro y Vásquez.
La precandidata fue enfática en que estos hechos no deben interpretarse como parte de la vida íntima del presidente, sino como posibles actos de carácter público con implicaciones institucionales. “No es un asunto privado, es un problema de Estado que afecta la seguridad nacional y el ejercicio del poder”, aseguró.
Esta nueva controversia se suma a la ya delicada situación judicial que enfrenta Nicolás Petro, actualmente imputado por lavado de activos y enriquecimiento ilícito, y quien ha estado en el centro de uno de los mayores escándalos políticos del actual Gobierno. Según el expediente judicial, se habría desviado dinero aportado por personas con vínculos cuestionables para apoyar la campaña presidencial de su padre.
Por el momento, la Presidencia de la República no ha emitido una respuesta oficial a las revelaciones de Dávila, pero el tema ya genera revuelo en sectores políticos y en redes sociales, donde muchos exigen una investigación formal sobre el contenido de las conversaciones y la eventual participación del presidente Gustavo Petro en los hechos descritos.
Con esta revelación, la periodista busca no solo exponer presuntos hechos de corrupción y abuso de poder, sino también marcar distancia frente a lo que considera una desviación ética grave en la conducción del Estado. La Fiscalía General, hasta ahora, no ha confirmado ni desmentido que los mensajes formen parte de los archivos en su poder. Sin embargo, su contenido ya empieza a generar presión mediática y política sobre el Palacio de Nariño.