La tierra se estremeció con fuerza en la madrugada de este 30 de julio en Kamchatka, Rusia. Un fuerte terremoto de magnitud 8.8 movió los suelos, derribó edificaciones y generó un potente movimiento de las olas que se extendió por varios países del Pacífico, que están en alerta por un posible tsunami.
El sismo tuvo una profundidad de 20,7 km y se ubicó a más de 100 km al sudeste de Petropávlovsk-Kamchatski, una ciudad rusa de más de 160.000 habitantes.
Hasta el momento, no se conoce si se han presentado víctimas de este fenómeno, sin embargo se reportan varios daños materiales en algunas viviendas y otros lugares. Videos de habitantes de esta región muestran cómo se inclina violentamente el suelo y se derriban muebles, objetos y partes de las edificaciones por el movimiento telúrico.
Más de cien réplicas se han presentado desde este terremoto. La alerta de tsunami se ha extendido a Latinoamérica, a países como El Salvador, Guatemala, Nicaragua, Costa Rica, Panamá y Colombia, donde las autoridades activaron los protocolos de emergencia y recomendaron a los pobladores de las poblaciones aledañas al mar, alejarse de la costa.
Después del terremoto en Rusia, en Guatemala se produjeron dos sismos, de 5.6 y 5.3, con varias réplicas. Se reportan graves daños en edificaciones.