Una noche de zozobra vivió la capital nortesantandereana por cuenta de la violencia. Tres explosiones consecutivas generaron pánico entre la comunidad y una persona resultó herida en uno de los ataques.
El primer ataque tuvo lugar en la cancha del barrio La Ermita, cerca de las 8:00 de la noche, cuando se realizaba un partido de fútbol entre jóvenes. Allí fue detonada una granada que dejó herido a Ronald Ortega, quien fue trasladado a un centro médico.
Una hora más tarde, se reportó otra explosión en límites de los barrios María Paz y Pizarro, que causó temor entre los residentes, pero afortunadamente no afectó vidas humanas.
Después de la media noche, se registró un tercer ataque, esta vez, en el barrio El Salado, donde se detonó una granada contra una cámara de fotomultas.
Las primeras versiones apuntan al ELN, como el responsable de estos ataques, que vuelven a poner en vilo a una ciudad que ha soportado el rigor de los criminales en los últimos meses.