Nuevamente, la población civil paga los platos rotos de la guerra. El departamento del Chocó amanece este viernes -25 de julio- bajo otro paro armado por parte del ELN, el tercero de este año.
El comercio cerró sus puertas, los transportadores apagaron sus carros y centenares de familia se encerraron en sus casas para cumplir lo impuesto por el grupo guerrillero y evitar represalias.
Un panfleto de la organización ilegal señala que el llamado paro armado será de 48 horas, en todo el departamento, a partir de las 00:00 horas del 25 de julio.
“A la población en general, transportadores públicos o de carga que transitan por ríos o carreteras absténgase de movilizarse, eviten cualquier incidente, nuestras unidades estarán presentes en los corredores de movilidad para dar cumplimiento a dicha orden”, afirman.
La Diócesis de Quibdó se pronunció a través de un comunicado, en el que condenó esta situación que viven los habitantes de la región y llamó al ELN a no involucrar más ni afectar a la población civil.
La Iglesia pidió dar cumplimiento al Derecho Internacional Humanitario, “de modo que cesen inmediatamente las acciones violentas contra la sociedad civil, y que se traducen en afectaciones a los derechos a la vida, la salud física y psicosocial, la educación, el trabajo, la propiedad, la alimentación y la libre movilización”.
El obispo de Quibdó, monseñor Wiston Mosquera, exhorta al Gobierno nacional a “garantizar la seguridad y la paz de forma permanente para los ciudadanos del departamento del Chocó, mediante la protección a la ciudadanía, la implementación al Acuerdo de paz y la neutralización de las acciones de la ilegalidad”.
La gobernadora del Chocó, Nubia Córdoba, anunció un consejo de seguridad y expresó que el anuncio de este paro se presenta “después de un operativo conjunto desplegado desde el nivel central entre el Ejército Nacional, Fuerza Aeroespacial y Fiscalía General de la Nación, en donde se reportaron resultados operacionales en la zona del Alto Atrato, municipio de Lloró”.
Precisamente, este 24 de julio, el presidente Gustavo Petro declaró roto el proceso de paz con el ELN, a quienes señaló de codiciosos y de no tener voluntad de cesar hostilidades.