Un secuestro masivo en el Cauca ha prendido las alarmas en el país y en la comunidad internacional. Nueve contratistas de la gobernación de ese departamento fueron retenidos este jueves -17 de julio- cuándo realizaban labores en zona rural de López de Micay.
Las mismas disidencias de las Farc confirmaron, a través de un panfleto, que los tienen en su poder. Aseguran que estas personas estaban “haciendo entrega e instalación de equipos militares a miembros del Ejército Nacional, cuyo objetivo es inhibir señales y derribar drones”.
El gobernador del Cauca, Octavio Guzmán, desmintió esa aseveración. “El secuestro de funcionarios y contratistas de la @GobCauca en López de Micay, mientras adelantaban una misión humanitaria, es un hecho que rechazamos categóricamente. No estaban en operaciones militares ni representaban amenaza alguna: llevaban oferta institucional a comunidades en condición de vulnerabilidad”, dijo.
Y rechazó lo que calificó de violación del Derecho Internacional Humanitario. “Los funcionarios y contratistas secuestrados son civiles, padres, madres, hijos, hermanos, que solo buscaban servir a las comunidades más necesitadas del Cauca. Hacemos un llamado urgente a la Cruz Roja Internacional, y a las organizaciones de derechos humanos, para que intervengan y acompañen este momento crítico. La vida y la libertad deben ser protegidas”, afirmó.
Además, sostuvo que la institucionalidad no puede ser confundida con la guerra, ni los servidores públicos convertidos en rehenes. E hizo un llamado al presidente Gustavo Petro y al ministro del Interior, Armando Benedetti, para que tomen medidas frente a esta grave situación.
Las disidencias de las Farc califican de “prisioneros” a los contratistas y aseguran que los tratarán de “la mejor manera”, siempre que no se desarrollen operaciones militares que “pongan en riesgo su vida”.
Con cinismo, llaman a todos los alcaldes del Cauca a que “no vinculen a sus funcionarios a tareas de guerra”, y piden a las comunidades que les informen de cualquier ingreso de personal extraño a las áreas de presencia y acción político militar de las FARC-EP. Vale recordar que los habitantes de esta zona, en varias ocasiones, han sido instrumentalízalas por estos criminales para secuestrar a miembros de la Fuerza Pública.












