Como dice el refrán: “a rey muerto, rey puesto”, y así lo demostró el presidente Gustavo Petro, quien a pocas horas de confirmarse la renuncia de su antigua escudera, Laura Sarabia, ya nombró su reemplazo.
Se trata de Rosa Villavicencio, una economista, magíster en Migración y Relaciones Intercomunitarias, quien, según su hoja de vida, no dominaría el idioma inglés.
A Villavicencio, el presidente Petro le encomendó la tarea de continuar consolidando una política exterior enfocada en la paz, la integración regional y la justicia global.
Además, aterriza en medio de una polémica nacional por el inminente cambio de la empresa que asumiría la elaboración de pasaportes en el país. El mandatario le encomendó esa labor a la Imprenta Nacional, pero hay varias dudas sobre su idoneidad para asumir esa misión desde el 1 de septiembre de este año.
Incluso, esta sería una d esas razones que impulsó la renuncia de Laura Sarabia, quien se mostró en desacuerdo con la decisión presidencial. Es más, ella y el excanciller Gilberto Murillo enfrentan ahora una investigación de la Procuraduría por este caso, así como el jefe de Despacho, Alfredo Saade, quien se ha tomado la vocería del tema.
La nueva canciller no tendrá un camino fácil, no sólo por este proceso de los pasaportes, sino también por las tensiones que persisten en la relación con Estados Unidos, cuyo encargado de negocios, John McNamara, ha advertido sobre el riesgo que aún enfrenta el vínculo bilateral.
A Rosa Villavicencio se le ha cuestionado desde la oposición por haber publicado tiempo atrás, mensajes de apoyo al fallecido presidente venezolano, Hugo Chávez. Sin embargo, ella afirma que son cosas del pasado.