Se normaliza la relación diplomática de Colombia con Estados Unidos, pero con algunos desafíos por resolver. El gobierno de Donald Trump autorizó el regreso a Colombia del encargado de negocios, John McNamara, quien funge como embajador. Sin embargo, el parte, tras el llamado a consultas, no es positivo.
“Llegué a Medellín con preocupaciones persistentes de mi gobierno sobre la retórica y acciones de los más altos niveles del gobierno colombiano que ponen en riesgo la relación histórica, cercana y mutuamente beneficiosa entre nuestros dos países”, indicó este miércoles, 9 de junio, a través de redes sociales.
Sin embargo, destacó que a pesar de las diferencias, “Colombia sigue siendo un socio estratégico esencial en América Latina”. Y expresó su disposición de fomentar una relación más positiva en beneficio de los ciudadanos de ambas naciones.
“Mi deseo, y el del gobierno de los Estados Unidos, es mantener y fortalecer nuestra estrecha relación con Colombia. Pero no podemos hacerlo solos. Necesitamos contar con un socio fuerte y colaborativo”, expresó.
Y se refirió a un posible encuentro cercano con la administración Petro. “Espero discutir estos asuntos con el gobierno colombiano y transmitir los pasos concretos que la
Administración Trump busca con urgencia. Estos pasos nos permitirán revertir la tendencia negativa actual en la relación bilateral y evitar una escalada que perjudique los intereses de ambos países, y especialmente los de
Colombia”, manifestó.
Y no ocultó su desconcierto por los recientes hechos que han tenido lugar en Colombia y lamentó la fractura de un vínculo histórico. “He sido testigo directo del valor y la valentía del pueblo colombiano en la defensa de su democracia y en la construcción de un futuro mejor para su país. Entonces, lamento ver hasta dónde nuestra alianza, formada por sacrificios mutuos y confianza mutua, ha llegado hoy en día”, afirmó.
Así mismo, señaló que Estados Unidos continuará tomando medidas decisivas para frenar la migración ilegal, abordar los múltiples temas pendientes en la relación comercial, contrarrestar el flujo de narcóticos hacia las fronteras, llevar a los narcotraficantes ante la justicia y fortalecer la seguridad en toda la región, priorizando sus intereses nacionales.
Horas antes del regreso de McNamara, el presidente Gustavo Petro había autorizado el retorno del embajador Daniel García-Peña a Washington. Además, había enviado una carta a Trump, dando explicaciones sobre el episodio que originó la crisis.












