Una férrea condena hizo el presidente Gustavo Petro al asesinato de ocho líderes sociales y religiosos, cuyos cuerpos fueron encontrados en una fosa común en el Guaviare, según informó la Fiscalía en las últimas horas.
“Estos hechos son una grave afrenta al derecho a la vida, a la libertad religiosa y al trabajo espiritual y comunitario que tantas personas adelantan en regiones históricamente golpeadas por la violencia”, señaló el mandatario.
Agregó que “todo indica que fueron secuestrados y asesinados en medio de disputas territoriales por parte de grupos armados ilegales”.
Y enfatizó en la defensa de la libertad religiosa en Colombia. “Reafirmo mi compromiso con la defensa de la libertad de cultos, la vida digna y la paz como camino colectivo. Que su ejemplo nos impulse a seguir construyendo un país justo, en el que creer, vivir y liderar en paz sea un derecho para todos y todas”, dijo.
También envió un mensaje a los allegados a las víctimas. “Me solidarizo con sus familias, sus comunidades de fe y con todos quienes hoy sienten este dolor. Hago un llamado urgente a las instituciones del Estado a redoblar esfuerzos para proteger a quienes lideran desde la fe, desde el cuidado del otro, desde La Paz”, afirmó.
Y en una autocrítica, indicó que es deber del Estado garantizar la seguridad y asegurar que estos crímenes no se repitan ni queden impunes.
Los cuerpos fueron hallados en zona rural de Calamar, Guaviare, y las víctimas ya fueron identificadas. Se trata de Jesús y Carlos Valero, Marivel Silva, Isaid Gómez, Máryuri y Óscar Hernández, James Caicedo y Nixon Peñaloza, quienes estaban desaparecidos desde el pasado mes de abril.