Crece la indignación y el dolor en Colombia tras el hallazgo de una fosa común en el departamento de Guaviare, en cuyo interior se encontraban los cadáveres ocho líderes sociales y espirituales. Las víctimas habrían sido asesinadas por disidencias de las FARC al mando de alias ‘Iván Mordisco’.
A los voces de rechazo se sumó la Iglesia católica, la cual, a través de un comunicado, se solidarizó con los familiares de las personas muertas y calificó este hecho como un “acto infame” que “representa una grave afectación a la vida social y la paz de la región”.
Así mismo, la Diócesis de San José del Guaviare y y la Delegación para las Relaciones Iglesia-Estado de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) indicaron que la masacre causa consternación en las familias y entre los habitantes de una zona donde persiste el conflicto armado.
“Buscar caminos de paz en Guaviare”
Al reafirmar su compromiso con “la defensa de la vida, la dignidad humana, la justicia y la reconciliación en Colombia”, la Diócesis de San José del Guaviare y la Conferencia Episcopal de Colombia hicieron también un llamado urgente a los actores armados para “buscar caminos de paz que permitan el desescalamiento del conflicto y la salvaguarda de la vida de las comunidades vulnerables”.
Las víctimas habían desaparecido en abril pasado y fueron encontradas por la Fiscalía y el Ejército este martes, en zona rural del municipio de Calamar. Fueron identificadas como Jesús y Carlos Valero, Marivel Silva, Isaid Gómez, Máryuri y Óscar Hernández, James Caicedo y Nixon Peñaloza.
El presidente Gustavo Petro, líderes políticos y la comunidad internacional rechazaron la matanza y exigieron que los responsables sean capturados y llavados ante la justicia.