La revista Semana logró reunirse con Julio Cesar, Claudia y María Victoria, tres tíos de Miguel Uribe que contaron de viva voz cómo, presuntamente, su mamá, Nydia Quintero, se enteró del atentado del que fue objeto su nieto Miguel.
Todo comenzó a las 4:30 de la tarde del 7 de junio, cuando, de forma inusual, Nydia Quintero, de 93 años, dejó su prolongado silencio para comenzar una oración.
Para ello, le pidió a su enfermera que la acompañara a orar y que la cogiera de las manos para que rezaran juntas el rosario. Este hecho alertó a la auxiliar, quien tenía muy presente todo el tiempo que la señora no pronunció palabra y ahora, como si fuera un milagro, los labios de la ex primera dama comenzaban a moverse y de ellos se escuchaban las oraciones.
Lis, quien es su acompañante, pensó que era una especie de gracia. Pero este no sería el único hecho singular.
Más adelante, contó Lis, cuando iban en el quinto misterio, doña Nydia juntó las dos manos contra su pecho y pronunció: “Miguel”. Y haciendo una pequeña pausa agregó: “Por favor, póngale un pañuelo blanco en la cabeza a Miguel”.
El pedido que Nydia Quintero le hizo a Lis le pareció extraño a la enfermera, así que no le prestó atención. Pasadas dos horas, la noticia del atentado ya estaba en todos los medios.
El nieto consentido de Doña Nydia había sufrió un ataque sicarial por parte de un joven de 14 años en el barrio Modelia, al occidente de Bogotá.
La enfermera se estremeció al conocer la noticia, porque vio cómo, en medio de la confusión y segundos después del atentado una mujer, que no conocen, corrió a auxiliar a Miguel, se abalanzó para cubrirlo y le puso un pañuelo blanco sobre la cabeza, tal como lo pidió doña Nydia.
¿Cómo supo que esto iba a ocurrir? Aún no hay respuestas. Lo que sí se sabe es que los hijos de doña Nydia no han querido comentarle nada sobre el trágico incidente para no inquietarla pues, por su edad, puede ser contraproducente, información Semana.
Por su parte, Claudia Turbay hija de Nydia Quintero, aseguró a dicho medio de comunicación que su mamá sabe lo que pasó a su manera porque, según ella, está más cerca de Dios y tuvo la capacidad de anticiparse a la tragedia.
“Mi mamá siente a Miguel como un hijo, es una cosa muy profunda. Ella captó, vio y sintió lo que estaba sucediendo”, puntualizó.
Por ahora, la familia de Miguel Uribe, así como toda Colombia, está unida en una sola oración para que el precandidato presidencial y senador se recupere y salga muy pronto de la clínica.