La Policía Nacional, junto con la Corporación Autónoma Regional – CAR, realizó la incautación de tres serpientes venenosas, dos de ellas procedentes de Costa Rica y la tercera de África.
“Dos de las serpientes de matiz amarillo son originarias de Costa Rica y una tercera, de color verde, proveniente del continente africano”, aseguró un funcionario de la CAR.
De acuerdo con las indagaciones, al parecer, estos animales habían sido negociados entre particulares en Medellín a cambio de una gruesa suma de dinero, y serían adquiridos como mascotas.
El director general de la CAR, Alfred Ballesteros, se pronunció, asegurando que las tres están siendo valoradas por personal especializado, en un serpentario, para así determinar su estado de salud y, si es necesario, recibirán atención veterinaria.
Por su parte, Ronald Prieto, director (E) de la Regional Gualivá de la CAR, aseguró que es necesario darle un manejo adecuado para que no ponga en peligro otras especies.
“Aunque estas serpientes no son propias de nuestros ecosistemas, es nuestro deber asegurar su manejo adecuado, de tal forma que no se ponga en riesgo el equilibrio de especímenes silvestres, pero defendiendo la supervivencia de estos animales, que no pueden ser considerados mascotas bajo ninguna circunstancia”, declaró.
La corporación finalmente emitió un mensaje preventivo que recuerda que las serpientes son animales peligrosos y que no deben ser tenidas como mascotas. Y recalcó que el tráfico de especies es un delito y quienes incurran en él pueden tener de 2 a 8 años de cárcel.