El expresidente Donald Trump firmó una nueva orden ejecutiva que restringe el ingreso a Estados Unidos de ciudadanos de 19 países, en una medida que recuerda a las polémicas restricciones migratorias de su primer mandato. Esta nueva forma ha generado un fuerte debate tanto dentro como fuera del país.
¿Qué países están completamente vetados?
La medida prohíbe por completo el ingreso a ciudadanos de 12 países, dentro de los que incluye Afganistán, Birmania, República Democrática del Congo, Guinea Ecuatorial, Eritrea, Haití, Irán, Libia, Somalia, Sudán, Yemen y Siria, sin importar si viajan como turistas, estudiantes, trabajadores o simplemente están en tránsito.
Según el gobierno de Trump, la decisión se basa en razones de seguridad nacional, incluyendo la presencia de grupos terroristas, el incumplimiento de normas migratorias y la negativa de algunos gobiernos a recibir de vuelta a sus ciudadanos deportados.
Además del veto total a los 12 países mencionados, otras 7 naciones enfrentarán restricciones parciales que afectan visas de turismo, estudio, trabajo y negocios. Estos países son: Venezuela, Cuba, Burundi, Laos, Sierra Leona, Togo y Turkmenistán.
En estos casos, se suspende la emisión de visas de tipo B-1, B-2, F, M y J, lo que impacta a turistas, estudiantes, visitantes de intercambio y profesionales.
Lo que debe saber de estas restricciones
La orden ejecutiva establece varias excepciones a residentes permanentes legales (titulares de green card), personas con doble nacionalidad, si viajan con pasaporte de un país no vetado, diplomáticos y familiares directos de ciudadanos estadounidenses, atletas que participen en competencias deportivas internacionales, minorías religiosas o étnicas iraníes que enfrenten persecución y ciudadanos afganos con visas especiales por colaborar con las fuerzas de EE.UU.
Además, el secretario de Estado podrá aprobar excepciones caso por caso si se considera que el ingreso de una persona responde a los intereses nacionales. La proclamación indica que las restricciones estarán vigentes hasta que los países afectados mejoren sus sistemas de seguridad y cooperación migratoria. Esto incluye actualizar mecanismos de verificación, aceptar el retorno de sus ciudadanos deportados y compartir información relevante con EE.UU.
Reacciones de apoyo oficial y rechazo desde la oposición
La portavoz de la Casa Blanca, Abigail Jackson, afirmó que esta política “protege al pueblo estadounidense de amenazas extranjeras” y calificó las restricciones como “de sentido común”.
Por el contrario, líderes del Partido Demócrata han denunciado que se trata de una versión ampliada del veto migratorio impuesto en 2017. La congresista Pramila Jayapal calificó la medida de “discriminatoria”, mientras que su colega Don Beyer acusó a Trump de usar el miedo para dividir al país y debilitar su imagen global.
Desde Venezuela, el ministro Diosdado Cabello criticó duramente la decisión, calificándola de “fascista” y afirmando que “estar en EE.UU. es un riesgo para cualquier ciudadano latinoamericano”.