Una estremecedora carta envió la Asociación de Madres del Catatumbo al presidente Gustavo Petro, pidiendo parar la oleada de asesinatos en la región, que parece desangrarse lentamente ante la mirada indiferente de todo un país.
“Con el corazón hecho trizas, escribimos estas palabras como madres, como mujeres campesinas, como víctimas y testigos del horror que no cesa en nuestra tierra. El dolor nos rebasa. Nos están matando a nuestros hijos, nos están quitando lo más sagrado que tenemos y nadie, absolutamente nadie, ha podido frenar esta tragedia”, expresan.
Y aluden específicamente al ataque indiscriminado en los municipios de El Tarra y Tibú, el pasado 16 de mayo, que le cercenó la vida a un niño de once años y dejó a otras once personas heridas.
“Los enfrentamientos armados no paran. Los drones explosivos han cobrado más vidas, incluyendo las de niños y jóvenes inocentes. Nuestros líderes sociales están siendo asesinados uno a uno. Las madres quedamos solas, sin consuelo, sin justicia, sin un Estado que nos abrace o nos defienda”, aseguran.
Le piden al presidente Gustavo Petro asumir su responsabilidad para frenar la ola de violencia. “¿Qué más podemos hacer? ¿A quién más debemos acudir para que nos escuchen? Presidente Petro, este es un nuevo y urgente llamado desde el Catatumbo, donde seguimos enterrando a nuestros hijos sin poder siquiera llorarlos con dignidad”.
Y añaden un llamado desesperado: “Le pedimos con todo el peso del dolor y la desesperación: detenga esta guerra, intervenga de manera inmediata, con acciones concretas de protección, justicia, diálogo y reparación”.
También exhortan a los grupos criminales que operan en la zona, a parar el baño de sangre. “A los actores armados que continúan esta confrontación absurda, les decimos desde lo más profundo de nuestro ser: ¡Paren ya! ¡No más muerte! ¡No más hijos en los cementerios! ¡No más madres rotas!”.
Finalmente, conminan a la comunidad internacional, en especial a la ONU, a acompañar esta región, que lleva décadas en el olvido. “Exijan al Estado colombiano respuestas reales y urgentes. Que ayuden a proteger nuestras vidas, nuestros territorios, nuestras esperanzas. Ya no sabemos qué más hacer. Pero mientras tengamos voz, seguiremos llamando. Y hoy lo hacemos con la esperanza de que alguien, esta vez sí, escuche”, concluye la misiva.
Desde el pasado mes de enero, el Catatumbo, en Norte de Santander, es epicentro de fuertes enfrentamientos entre el ELN y las disidencias de la Farc, mientras la población esquiva las balas. Esta andanada criminal ha desplazado a cerca de 60.000 familias y ha dejado un sinnúmero de muertes que enlutan al departamento.
Aunque el Gobierno decretó el estado de conmoción interior para tomar medidas de choque urgentes, la población asegura que no se han visto los impactos de las diferentes medidas adoptadas.
