Controversia ha generado la decisión de la alcaldía de Bogotá de intensificar las sanciones para los conductores que transiten por el carril preferencial de la carrera séptima.
Desde el 19 de mayo, las fotodetecciones estarán por doquier, pescando infractores, que tendrían que pagar $604.100, de llegar a recibir un comparendo tipo C14 por esta causa.
El argumento de la alcaldía es dar prioridad a las miles de personas que se movilizan el Sistema Integrado de Transporte Público de la ciudad (SITP). “El objetivo es priorizar una movilidad más eficiente para quienes utilizan el transporte público y mejorar la movilidad de todos los bogotanos, teniendo en cuenta que más de 4,2 millones de personas utilizan este medio de transporte”, expresó la secretaria de Movilidad, Claudia Díaz.
Entre los argumentos el Distrito sostiene que la invasión de los carriles preferenciales reduce hasta un 30% la velocidad de los buses que prestar servicio de transporte público.
La restricción cobija tanto a carros particulares, como a motos. Las únicas excepciones para el uso de este carril son los giros a la derecha, acceso a viviendas y descenso o ascenso rápido de pasajeros.
Varios usuarios se pronunciaron en redes sociales, en rechazo a esta medida. “¿Y los buses sí pueden invadir los otros dos carriles?”, cuestiona @baratocarito.
Hay también quienes la apoyan. “Ojalá sea verdad y sancionen a todos los que hacen trancón todos los días al frente de la Javeriana”, señala @CocaColaFueled.
Por ahora, las autoridades están haciendo pedagogía, sin embargo, desde la próxima semana, empezarán a imponerse comparendos.