En la mañana de este jueves 15 de mayo, la ministra de Justicia Ángela María Buitrago denunció injerencias y presiones en la cartera que buscaban, según la funcionaria, cambiar las reglas del ministerio, razón por la cual presentó su carta de renuncia.
En entrevista con RCN Noticias, la funcionaria entregó su versión sobre los motivos por los cuales decidió salir del cargo. Una de ellas fue la presión que ejerció la directora del Dapre, Angie Rodríguez, para sacar al director de la Unidad de Servicios Penitenciarios y Carcelarios (USPEC), Ludwing Valero.
Según lo reportado por la ministra Buitrago, esta presión se realizó por medio de una llamada telefónica. Posteriormente, la ministra de Justicia habría recibido un mensaje de Armando Benedetti, ministro del Interior, exigiendo sacar el decreto para remover de su cargo a Valero.
Días después, y sin tener información clara, el director de la USPEC fue despedido. Frente a esta situación, la ministra Buitrago aseguró que intentó comunicarse con el presidente Gustavo Petro para ponerlo al tanto de lo que estaba ocurriendo y de la complejidad de la situación. Pero, debido a las diferentes actividades del mandatario Gustavo Petro, no pudo comunicarle estas problemáticas.
“Él conoció, a través de un documento mío, y posteriormente, alcancé a decirle que me había significado una gran pérdida que hubieran sacado a esta persona que él había nombrado”, aseveró Buitrago.
Y aunque no alcanzó a comunicarle al presidente Petro las presiones de las que fue objeto por parte de la directora del Dapre y del ministro del Interior, si notó una expresión de sorpresa. El mandatario en su momento le dijo: “No te preocupes, yo busco a una persona que funcione para eso”.
Otra de las presiones que vivió Buitrago fue cuando le empezaron a enviar varias hojas de vida y le comunicaron que iban a remover a varios funcionarios de sus cargos.
Frente a esta situación, la ministra se quejó con Gustavo Petro y le pidió que fuera él quien le diera las instrucciones.
“Desde el principio le dije al presidente que no iba a recibir ninguna instrucción con intermediarios, que prefería que fuera él directamente quien me dijera estas cosas”, sentenció.
Pero las presiones e injerencias pesaron más e hicieron que la ministra de Justicia diera un paso al costado, confirmando así que desempeñará este cargo hasta el próximo primero de junio.