Humo negro emanó de la chimenea de la Capilla Sixtina este jueves en la mañana, lo que indica que por ahora los 133 cardenales que participan en el cónclave no han elegido al nuevo papa. Sin embargo, no se descarta que haya elección en horas de la tarde (hacia el mediodía de Colombia), como ocurrió con los más recientes pontífices, Benedicto XVI y Francisco, escogidos en la cuarta y quinta votación, respectivamente.
Sobre las 12:00 p.m. de este 8 de mayo, luego de dos votaciones matutinas en las que los purpurados no lograron ponerse de acuerdo, fueron quemaron los sufragios depositados en las urnas y así se le notificó al mundo que la espera continúa.
Calma, es algo normal, dicen expertos e historiadores, al recordar que en la mayoría de cónclaves no hay elección en las primeras votaciones. Agregan, eso sí, que más tarde podría pronunciarse el famoso “habemus papam”.
El mundo, con los ojos puestos en el Vaticano
¿Qué indica que no haya habido humo blanco hasta el momento? Que la decisión no estaba tan cantada, como algunos pensaban, y que no había un gran y único favorito. Seguro son varios los candidatos, al menos dos, los que están sobresaliendo, pero ninguno ha convencido a los 89 cardenales que deben votar a favor de un nombre para que exista ganador.
Probablemente, a esta hora, la política hace su trabajo. Los cardenales han salido a almorzar y, en medio de platos y cucharas, quizá hablan entre grupos para intentar “desenredar” la situación e inclinar la balanza hacia uno de los opcionados. Eso especulan especialistas y personas del común.
Porque, aunque se invoca al Espíritu Santo, este también es un asunto terrenal. Quienes votan son seres humanos, con interéses particulares y visiones no necesariamente comunes sobre el futuro de la Iglesia. Sin embargo, los seguidores de Jesucristo confían en que prime la sabiduría y sea ungido un buen pastor, uno que se acerque y no se aleje de las ovejas.