Donald Trump, presidente de Estados Unidos, sorprendió al país al anunciar que ha dado instrucciones para reabrir y ampliar la infame prisión de Alcatraz, ubicada en una isla frente a la costa de San Francisco, California.
El anuncio lo hizo a través de su red social Truth Social, donde afirmó que Alcatraz se convertirá en símbolo de ley, orden y justicia ante lo que describió como una “epidemia de criminales viciosos y reincidentes”.
¿Qué implica la reapertura de Alcatraz?
Trump declaró que su administración coordinará con el Departamento de Justicia, la Oficina de Prisiones, el FBI y el Departamento de Seguridad Nacional para transformar Alcatraz en una prisión de máxima seguridad reconstruida y ampliada, donde serán recluidos los criminales más peligrosos de Estados Unidos. “Será una instalación imponente que enviará un mensaje claro: tolerancia cero con el crimen”, señaló el mandatario.
Alcatraz: historia y polémica
Conocida como La Roca, Alcatraz funcionó como prisión federal entre 1934 y 1963. Albergaron allí a criminales famosos como Al Capone y George “Machine Gun” Kelly. Su cierre se debió a los altos costos operativos, casi tres veces mayores que los de otras prisiones, según la Oficina Federal de Prisiones.
Además de su legado carcelario, Alcatraz es actualmente un importante destino turístico, administrado por el Servicio de Parques Nacionales de EE.UU.
Críticas de demócratas y expertos
La propuesta ha recibido críticas inmediatas de figuras políticas y expertos en justicia. Nancy Pelosi, exlíder de la Cámara de Representantes y representante del distrito que incluye Alcatraz, calificó la propuesta como “no seria”, mientras que el senador estatal Scott Wiener la tildó de “profundamente desquiciada”. El profesor Gabriel Jack Chin, de la Universidad de California, advirtió que reactivar Alcatraz costaría miles de millones y que ya hay muchas camas vacías en el sistema penitenciario actual.
Polémicas de Trump y su política criminal
El anuncio se suma a otras iniciativas controvertidas de Trump en materia penal, como el envío reciente de presuntos pandilleros venezolanos a una prisión en El Salvador y sus declaraciones sobre usar cárceles extranjeras para criminales estadounidenses. Además, también ha llevado a cabo deportaciones masivas de inmigrantes ilegales latinoamericanos para, según él, reducir índices de criminalidad en territorio norteamericano.