No hay paz ni tregua para el Catatumbo. Este fin de semana, Colombia recibe con horror la noticia del asesinato de dos mujeres de 18 y 20 años en el municipio de Tibú, junto con el esposo de una de ellas.
También habían sido secuestrados dos menores de edad, hijos de una de las víctimas, que después del cruel asesinato, fueron abandonados en un paraje.
Según las primeras versiones, esta familia, oriunda de El Tarra, fue secuestrad- cuando se movilizaba en un bus. En un retén, los cinco integrantes fueron retenidos por el grupo guerrillero.
De acuerdo con Asorepazcol, se presume que las jóvenes –primas hermanas– fueron violadas y torturadas antes del asesinato. A través de un comunicado, e MK el que reclaman seguridad al Gobierno nacional, solicitan que una comisión del ICBF se desplace a la zona para atender a los menores de edad liberados.
El ministro de Defensa, Pedro Sánchez, repudió el crimen. “La vida de cada colombiano es sagrada. Rechazamos y condenamos enérgicamente el vil asesinato de dos mujeres y un hombre que transitaban de civil en el Catatumbo”, dijo en redes sociales.
Y responsabilizó al ELN de este hecho, que enluta nuevamente al Catatumbo. “El ELN ha llevado la violencia contra Colombia a su más alto nivel de degradación. Si alguna vez tuvieron un sentido de humanidad, hoy lo han perdido por completo. Lo único que han demostrado es su capacidad de arrasar con la población civil para subsistir del narcotráfico, la minería ilegal, la extorsión y el secuestro”, señaló.
Así mismo, invitó a la comunidad a denuncia a los responsables de este atroz crimen y de otros hechos violentos en Norte de Santander, donde la andanada violenta se ha profundizado durante el fin de semana.
Este sábado, tres policías resultaron heridos por atentados en los municipios de Ocaña y Bucarasica, que obedecerían a un plan pistola contra la Fuerza Pública.
El pasado jueves, entre críticas por la inefectividad de la medida, el presidente Gustavo Petro anunció el desmonte gradual del estado de conmoción interior en la región, que se había declarado para conjurar la grave crisis humanitaria desatada desde el pasado 16 de enero por el enfrentamiento entre el ELN y disidencias de las FARC.