El cuerpo del papa Francisco yace ya en su ataúd, uno sencillo como él quería, rodeado por ahora de sus colaboradores más cercanos. Temprano este martes, 22 de abril, 24 horas después de su partida al cielo, el féretro fue instalado en la capilla de la Casa Santa Marta (edificación donde vivió el pontífice) para que los sacerdotes y asistentes que estuvieron siempre a su lado puedan despedirlo en intimidad.
El Vaticano informó que los restos del sumo pontífice serán trasladadados este miércoles, 23 de abril, a la Basílica de San Pedro. Allí, a partir de las 9 de la mañana, los fieles podrán rendirle homenaje, decirle gracias y darle el último adiós al papa de los pobres, a uno de los más carismáticos líderes religiosos que el mundo haya conocido.
Durante tres días, las puertas de la iglesia estarán abiertas para que miles, quizá millones de personas, puedan ingresar. El sábado 26 de abril, a las 10 a.m. (hora de Roma), será el funeral del papa Francisco en la Plaza de San Pedro. Se espera que decenas de líderes mundiales, cientos de cardenales y una multitud de feligreses se congregen para las exequias.
El cuerpo del santo padre será sepultado en la Basílica de Santa María La Mayor, como era el deseo del papa argentino, lejos de lujos. Es más, en su testamento espiritual, pidió que su tumba sea bajo tierra y solo tenga el nombre ‘Francisco’. El funeral también será sencillo, no como el de un jefe de Estado (aunque lo era del Vaticano), sino como el de un cura, como su santidad lo solicitó en noviembre pasado.
El papa Francisco y su amor por María
En la imágenes difundidas por la Santa Sede se ve al vicario de Cristo con una casulla roja y una mitra blanca, sosteniendo un rosario entre las manos. Y es que no hay duda de su amor por la Virgen María, de allí que hubierse planeado ser sepultado en la basílica dedicada a la madre de Jesús.
El papa Francisco, que murió por un derrame cerebral y complicaciones cardíacas este lunes de Pascua, a la edad de 88 años, tras pasar 12 de ellos en la silla de San Pedro, ofreció su sufrimiento por la paz mundial y el entendimiento entre los pueblos.
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