El papa Francisco escribió una homilía para el Domingo de Resurrección en la que resaltó que Jesús “llora las lágrimas de quien sufre”.
Este mensaje fue leído por el cardenal Ángelo Comastri, en la Plaza de San Pedro, debido a la convalecencia por la que atraviesa el pontífice luego de padecer de una neumonía bilateral.
Minutos más tarde, el santo padre se asomó por el balcón central de la Basílica de San Pedro para impartir la bendición Urbi et Orbi (a la ciudad y el mundo) en el inicio de la pascua cristiana.
Esta homilía se la delegó el papa argentino al cardenal Comastri, que ofició la misa que congregó a 35.000 personas en la Plaza de San Pedro. En el escrito, el pontífice invitó a los feligreses a “buscar a Cristo en la vida, buscarlo en el rostro de los hermanos, buscarlo en lo cotidiano, buscarlo en todas partes, menos en aquel sepulcro”.
También aseguró que “Él está vivo y permanece siempre con nosotros, llorando las lágrimas de quien sufre y multiplicando la belleza de la vida en los pequeños gestos de amor de cada uno de nosotros”.
A su vez, pidió a los fieles ir más allá de los ritos para descubrir a Jesús y aseguró que “no podemos aparcar el corazón en las ilusiones de este mundo, ni encerrarlo en la tristeza; debemos correr, llenos de alegría”.
Un gesto que marcó la celebración de la Resurrección fue el testimonio de fortaleza del santo padre que, después de la misa, se subió al papamóvil y recorrió la Plaza de San Pedro saludando y bendiciendo a los miles de feligreses congregados y felices de verle.
Su aparición es, sin duda, un testimonio de amor , templanza y fe, pues el líder de la Iglesia Católica aún no está del todo recuperado. Por eso, estuvo ausente en todos los ritos de la Semana Santa. Solo acudió el Jueves Santo a la cárcel Regina Coeli para saludar a los reclusos, tal como lo hizo al inicio de su pontificado.
Su salud sigue siendo frágil, por eso el mundo continúa orando por la recuperación del pontífice argentino que, aunque está mejor, aún requiere cuidados menores y reposo. Sin embargo, el mundo católico está feliz de verlo en este Domingo de Resurrección.