Una nueva tensión internacional asoma en el horizonte diplomático de Colombia, esta vez con Portugal. El motivo sería diferencias en el proceso de contratación para la producción de pasaportes que podría derivar en una crisis similar a la que ya vivió el país a finales de 2023.
Según reveló la revista Semana, el Gobierno colombiano, a través de la Cancillería, habría dejado en el limbo un proceso clave relacionado con la impresión de pasaportes, en el que está involucrada una empresa portuguesa. Esta situación no solo ha encendido alarmas en el ámbito nacional, sino que amenaza con deteriorar las relaciones bilaterales con la nación europea.
¿Qué empresa está involucrada en los pasaportes colombianos?
La controversia gira en torno a un contrato que involucra a la empresa portuguesa INCM (Imprensa Nacional-Casa da Moeda), que habría sido seleccionada para encargarse de la producción de los pasaportes colombianos. No obstante y según fuentes, la Cancillería colombiana aún no ha dado vía libre definitiva para formalizar el acuerdo, generando incertidumbre tanto en el ámbito diplomático como logístico.
Aunque el contrato ya habría sido adjudicado formalmente a la compañía extranjera, el Gobierno nacional estaría contemplando nuevas opciones, lo cual podría ser interpretado por Portugal como una falta de seriedad o incluso una acción poco transparente. De confirmarse esta situación, Colombia podría estar al borde de una nueva crisis de expedición de pasaportes, como la ocurrida a mediados del año pasado, cuando miles de ciudadanos enfrentaron retrasos y dificultades para obtener este documento.
Repercusiones diplomáticas
El posible conflicto con Portugal no es menor. La INCM es una institución oficial del Estado portugués y cualquier desacuerdo contractual podría escalar al terreno diplomático, afectando las relaciones bilaterales. Portugal podría considerar que Colombia está incumpliendo compromisos ya establecidos o actuando de manera unilateral en un proceso que, por tratarse de un bien sensible como el pasaporte, requiere altos estándares de cumplimiento y cooperación.
El precedente inmediato —la anulación del contrato con Thomas Greg & Sons en 2023— generó un fuerte revuelo en el país y múltiples críticas al entonces canciller Álvaro Leyva, quien terminó suspendido por la Procuraduría General de la Nación. Ahora, con esta nueva situación en desarrollo, el Ministerio de Relaciones Exteriores se encuentra nuevamente en el ojo del huracán.
¿Una crisis inminente?
La preocupación principal es que, si no se resuelve pronto la situación, el país podría volver a enfrentar un desabastecimiento de pasaportes, justo cuando la demanda del documento ha ido en aumento por diversos factores, como el crecimiento del turismo, la migración y los trámites de visas.
Voces del sector diplomático y de la oposición han advertido que esta nueva posible crisis no solo pondría en aprietos a los ciudadanos que necesitan el documento con urgencia, sino que también afectaría la imagen del país a nivel internacional.
¿Qué ha dicho la Cancillería?
Hasta el momento, el Ministerio de Relaciones Exteriores no ha emitido una declaración oficial sobre el estado del proceso con la empresa portuguesa ni ha confirmado si se mantendrá la contratación o se convocará una nueva licitación. Esta falta de claridad ha generado inquietudes en diferentes sectores, que piden al Gobierno evitar repetir los errores del pasado.
La ciudadanía y diversos organismos estarán atentos a la evolución de este nuevo capítulo, que podría desembocar en otro escándalo institucional y en nuevas tensiones diplomáticas para la administración del presidente Gustavo Petro.