El mandatario de los Estados Unidos, Donald Trump, reiteró su promesa para el miércoles, sobre la jornada que bautizó con el nombre de “Dia de la liberación” y que consiste en la imposición de aranceles “recíprocos”, para los países que, según Washington, mantienen barreras comerciales contra productos y servicios del país norteamericano.
Esta política podría afectar gravemente a la Unión Europea debido a los costos que tendrían productos como los automóviles y productos lácteos entre otros. Frente a esto Trump matizó su anuncio pues, según el mandatario, los gravámenes que impondrá Estados Unidos será inferior a los que algunas naciones aplican a los productos estadounidenses.
Así lo anunció en el despacho Oval de la Casa Blanca “los números serán más bajos que los que nos han estado cobrando y, en algunos casos, quizá sustancialmente más bajos. En cierto modo, quizás, tenemos una obligación con el mundo, así que seremos muy amables, relativamente hablando, seremos muy generosos”, aseguró Trump.
A su vez, el mandatario estadounidense dijo que anunciará estos nuevos aranceles este miércoles, en la Rosaleda de la Casa Blanca, evento en el que estará acompañado de su gabinete. Por el momento, la Casa Blanca no ha precisado la manera en que se aplicará los aranceles y tampoco ha dicho qué países serán los afectados.
Del mismo modo, no hay información sobre si la Unión Europea será estudiada como bloque o de manera individual.
Por su parte, Howard Lutnick, secretario de Comercio, aseguró que este martes presentará un informe donde se detallan las barreras económicas y fiscales que imponen otras naciones a los productos estadounidenses. Y a partir de esta análisis Washington pretende fijar los aranceles sobre los bienes y servicios extranjeros.
A su vez, esta previsto que este miércoles entre en vigor los aranceles de 25% sobre los automóviles importados a Estados Unidos. Frente a esta política, Trump se reunió el pasado lunes con John Elkann, presidente de Stellantis, organización que integra los tres mayores fabricantes de automóviles en Estados Unidos (General Motors, Ford y Stellantis).
Estas compañías se reunieron con Donald Trump para retrasar un mes la entrada en vigor los aranceles en este sector. Sin embargo, el mandatario no aclaró si este grupo empresarial pidió una nueva prórroga para no aplicar los aranceles.
Ahora bien, aunque la Casa blanca sostiene que los aranceles fomentarían la manufactura nacional, también podría generar aumento en los precios para los usuarios y perjudicar a los grandes fabricantes.
Para mitigar este impacto el gobierno Trump ha decidido que el 25% de los aranceles no se aplicaran, por










