Tres personas resultaron heridas por la explosión de un artefacto en el sector de San Bernardo, en el centro de Bogotá, la tarde del 25 de marzo. ¿La Policía y la Alcaldía no pueden controlar esta zona? Esa es la pregunta que muchos se hacen, teniendo en cuenta que es el cuarto atentado que se registra allí en menos de 45 días.
Esta vez, según las autoridades, sujetos que se movilizaban en moto lanzaron un artefacto y huyeron. De inmediato hubo pánico en un barrio tomado por el microtráfico, la presencia de habitantes de calle instrumentalizados por bandas criminales y la proliferación de todo tipo de rentas ilegales.
“Se presenta otro ataque en el cual unos individuos que se desplazaron en una motocicleta lanzan un artefacto explosivo a tres personas que estaban reunidas. Esto obedece a los cierres que tenemos en unas zonas donde lamentablemente habían ocurrido unos hechos de este tipo. Ellos tratan de afectarnos a los que no están dentro de ese dispositivo policial que tenemos en esta zona”, explicó el comandante de la Policía Metropolitana, brigadier general Giovanni Cristancho Zambrano.
Sobre los heridos, el oficial indicó que fueron trasladados a centros hospitalarios cercanos y que, según el parte médico, se encuentran fuera de peligro.
Los Venecos y Los Costeños, el terror en el centro de Bogotá
“Vamos a investigar si este ataque tiene relación con los otros. Sabemos que las otras granadas habían sido lanzadas en otro punto donde sabíamos sobre el conflicto de esas dos estructuras. Aprovechan que los policías están investigando, requisando, conociendo casos, ocupados, para entrar y lanzar las granadas”, recalcó Cristancho.
Se refiere el jefe de la Policía a las bandas Los Venecos y Los Costeños, que se han declarado la guerra para controlar esta zona céntrica de Bogotá y apoderarse por completo de la venta de estupefacientes y el cobro de extorsiones.
César Andrés Restrepo Flórez, secretario de Seguridad de la capital colombiana, recalcó por su parte que son en total 45 los policías destinados para el San Bernardo. Los delincuentes “aprovecharon el trabajo de los uniformados para lanzar el explosivo en esta calle que no tenía antecedentes”, agregó.
Este es el cuarto ataque con explosivos en la zona en menos de mes y medio, atentados que han cobrado la vida de cuatro personas. Los habitantes del sector, que se sienten secuestrados en sus propias casas, exigen a la Policía y al alcalde Carlos Fernando Galán que se tomen medidas contundentes para recuperar el orden público.
Así mismo, defensores de derechos humanos piden que se atienda a los habitantes de calle, sumidos en la mendicidad, la drogadicción, el abuso y el abandono.