Bogotá, 7 de marzo de 2025. Después de que la renombrada reforma a la salud ganara el round en la Cámara de Representantes, se empieza a reacomodar el tablero político.
El Partido Conservador salió a expresar, públicamente, su rechazo a la iniciativa que ha impulsado el ministro del Interior Armando Benedetti, sin cumplir aún una semana al frente de esa cartera. Dicen que se mantienen firmes con el no.
“El Partido Conservador mantendrá su decisión de votar NO a la reforma a la salud liderada por el Gobierno Nacional, en la discusión que inicia en el Senado de la República. Nuestra postura está sustentada en argumentos técnicos y no políticos que advierten su inconveniencia”, señala la publicación en su cuenta de X.
Y cuestionaron las decisiones del Gobierno en esta materia. “Hoy millones de pacientes sufren las consecuencias de las malas decisiones del Gobierno Nacional con las intervenciones a las EPS y los cambios en el FOMAG.
Concluyen diciendo que “los Colombianos necesitan que se garantice una atención digna en salud, que tenga como centro al paciente y sea sostenible fiscalmente”.
Sin embargo, llama la atención que varios congresistas conservadores respaldaron la iniciativa en Cámara, saliéndose de esta postura. La hora de la verdad será en Senado, donde se constatará si hay disciplina de partido o si Benedetti hace su magia para voltear a más de uno.
“Armando Benedetti ya ha llegado a cuadrar a los diferentes partidos a través de los mismos mecanismos que usaban los gobiernos anteriores”, dijo la representante Jennifer Pedraza, férrea opositora de la reforma.
Precisamente una conservadora, Nadia Blel, es la presidenta de la Comisión Séptima del Senado, donde aterrizará el polémico proyecto.
Con la aprobación de esta reforma en Cámara, donde liberales, miembros del partido de la U y hasta conservadores apalancaron la iniciativa, se da vía libre a medidas como los superpoderes a la Administradora de los Recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud (ADRES) para que se convierta en el pagador único del sistema de salud; la creación de los Centros de Atención Primaria en Salud (CAPS) en reemplazo de las EPS, entre otros.
La reforma obtuvo 90 votos por el sí y 28 por el no, en su segundo debate en el Congreso. Una mayoría significativa, a pesar de las recientes controversias sobre la iniciativa.