El papa Francisco, a pesar de sus dolencias, no para de rezar en el hospital. Y lo hace constantemente por la paz del mundo, preocupado por las guerras que aquejan a varios lugares del planeta. Eso se concluye de un texto que compartió este domingo, 2 de marzo, a propósito del tradicional Ángelus.
“Desde aquí, la guerra parece aún más absurda”, recalcó el pontífice argentino, al recordar conflictos como los de Ucrania, Palestina, Israel, Líbano, Myanmar, Sudán y Kivu.
En el comunicado, difundido a los fieles congregados en la Plaza de San Pedro y a los miles conectados a través de la televisión, la radio y las plataformas digitales, su santidad también agradeció al personal sanitario del Gemelli de Roma que lo atiende desde el 14 de febrero.
“Hermanas y hermanos, les envío de nuevo estos pensamientos desde el hospital, donde, como saben, he estado durante varios días, acompañado por los médicos y los trabajadores de la salud, a quienes agradezco la atención con la que me cuidan”, subrayó.
Y en una reflexión corta pero profunda sobre la enfermedad, el papa Francisco indicó que Dios se hace presente en las dificultades y no suelta la mano de los que padecen en cuerpo, mente o alma.
“Siento en mi corazón la ‘bendición’ que se esconde en la fragilidad, porque precisamente en estos momentos aprendemos aún más a confiar en el Señor. Al mismo tiempo, doy gracias a Dios porque me da la oportunidad de compartir en cuerpo y espíritu la condición de tantos enfermos y sufrientes”, aseguró el líder de la Iglesia católica.
Papa Francisco agradece a quienes oran por él
Finalmente, el santo padre dedicó unas palabras a las millones de personas que están rezando por su pronta recuperación, explicando que él hace lo propio, rogar al cielo por los demás: “Quisiera agradecerles las oraciones que se elevan al Señor desde el corazón de tantos fieles de muchas partes del mundo. Siento todo su afecto y cercanía y, en este momento particular, me siento como ‘llevado’ y sostenido por todo el Pueblo de Dios”.
Temprano este domingo, el Vaticano informó que el papa Francisco pasó una noche tranquila y pudo descansar. Pese a que su estado clínico es aún crítico, permanece estable. Por ahora los médicos advierten que el pronóstico sigue siendo reservado.
El sumo pontífice, de 88 años, completa 17 días hospitalizado. Fue internado por una bronquitis que derivó en una infección polimicrobiana y en una neumonía bilateral (en ambos pulmones). El sábado 22 de febrero tuvo una fuerte crisis respiratoria, por lo desde entonces le han suministrado oxígeno de alto fluido, y también debieron hacerle transfusiones de sangre a raíz de una bajada de plaquetas relacionada con anemía.
Aunque durante la última semana mostró mejoría, el viernes 28 de febrero presentó un broncoespasmo y los médicos se vieron en la obligación de suministrarle ventilación mecánica no invasiva. Sin embargo, en los más recientes exámenes no ha mostrado indicios de infección y sus signos vitales están dentro de los parámetros normales.