El pánico cubrió otra vez, tristemente, al departamento del Cauca. La explosión de una moto bomba, en el municipio de Morales, dejó 19 personas heridas. Entre las víctimas hay varios menores de edad y dos policías.
El atentado se registró el lunes, sobre el mediodía, cerca de la estación de Policía Nacional y un colegio. Sí, los terroristas no tuvieron en cuenta que era una hora altamente transitada por niños, niñas y adolescentes que van o salen de clases, y que en las vías había gran número de civiles.
“Un ataque con explosivos ha dejado 17 civiles y 2 uniformados heridos, familias sumidas en el miedo, nuestra primera infancia e infancia profundamente afectadas y la economía golpeada con daños en establecimientos comerciales”, recalcó Óscar Guachetá, alcalde de Morales.
Al menos 15 locales comerciales y ocho viviendas resultaron afectados como consecuencia de la onda expansiva.
Molesto e indignado, el alcalde hizo un llamado urgente a los gobiernos departamentales y nacionales: “No podemos seguir siendo un territorio olvidado, donde la falta de oportunidades abre caminos a la violencia. Morales necesita empleo, educación, salud y bienestar”.
Culpan a las disidencias de las FARC
Luego de un consejo extraordinario de seguridad, la Gobernación del Cauca anunció una recompensa de 30 millones de pesos para quien entregue información sobre los responsables de esta salvajada y tomó otras medidas.
“Junto a la alcaldía, trazamos acciones tras la explosión (…) Se suspenden las actividades académicas en todos los niveles educativos presenciales y se insta a las instituciones educativas a proteger a nuestros niños y niñas. Además, se decreta toque de
queda en la cabecera municipal y ley seca”, dice un comunicado.
El atentado con moto bomba es atribuido al frente Jaime Martínez de las criminales disidencias de las FARC.












