Sigue generando rechazo el posible nombramiento de Armando Benedetti, el polémico político, como ministro del Interior. Ante su inminente llegada a uno de los cargos más importantes del Gobierno, la defensora del Pueblo, Iris Marín, crítica del funcionario por denuncias sobre violencia contra la mujer, afirmó que es una decisión “inconveniente”.
“Creo que no es una decisión conveniente ni respetuosa de los riesgos en derechos humanos y de violencia contra la mujer. Tener un funcionario que tiene estas acusaciones tan serias, no solo de violencia de género, sino también de corrupción. Si efectivamente es nombrado ministro, la Defensoría del Pueblo articulará con el funcionario que esté a cargo, manteniendo su posición sobre su nombramiento”, advirtió la defensora.
Sobre Benedetti no solo recaen señalamientos por presunta violencia hacia su esposa, sino incluso hay en curso un juicio de la Corte Suprema por supuesto tráfico de influencias en el caso Fonade.
Pese a y otros escándalos, como el protagonizado cuando peleó usando gruesas palabras con Laura Sarabia y hasta dijo que si contaba lo que sabía “caían todos”, el presidente Gustavo Petro ha mantenido a Benedetti en importantes posiciones.
Primero lo nombró embajador en Venezuela, de donde salió por el choque con Sarabia, y luego lo designó embajador ante la FAO, periodo durante el cual se habló de que maltrató a su pareja. Más recientemente, lo revistió como jefe de despacho de la Presidencia, lo que desató la ira de la vicepresidenta Francia Márquez y otros altos funcionarios, y desató una crisis ministerial.
Pero pareciera que Armando Benedetti siempre cae parado en la administración Petro, pues ahora se asegura que será el nuevo ministro del Interior, es decir, el encargado de mantener las relaciones entre la Casa de Nariño y el Congreso.