El grupo terrorista Hamás ha entregado a las Fuerzas de Defensa de Israel los cuerpos de cuatro rehenes fallecidos en la Franja de Gaza, en un giro devastador dentro de la crisis que ha sacudido al mundo desde el ataque del 7 de octubre de 2023.
Entre los cuerpos entregados se encuentran los de Shiri Bibas y sus dos hijos pequeños, Kfir de 9 meses de edad y Ariel de 4 años, quienes fueron secuestrados durante la masacre perpetrada por Hamás en el kibutz Nir Oz. La imagen de Shiri sosteniendo a sus hijos, con el terror reflejado en su rostro, se convirtió en un símbolo desgarrador de la brutalidad del ataque.
Un secuestro que marcó a Israel y al mundo
El 7 de octubre de 2023, más de 1.200 israelíes fueron asesinados en un ataque coordinado por Hamás, desatando el actual conflicto en Gaza, otra masacre de miles y miles de palestinos. La familia Bibas fue tomada como rehén junto con cientos de personas, pero el padre de la familia, Yardén Bibas, fue liberado el pasado 1 de febrero
Durante meses, la incertidumbre rodeó el destino de la familia. En noviembre de 2023, la Yihad Islámica, aliada de Hamás, afirmó que los niños habían muerto en un bombardeo israelí, aunque nunca presentó pruebas. La entrega de los cuerpos confirma lo peor y deja interrogantes sobre las circunstancias de su muerte.
Israel responsabiliza a Hamás por las muertes
Las autoridades israelíes han sido contundentes al señalar que estos fallecimientos no son simples “daños colaterales”, sino una consecuencia directa del terrorismo de Hamás y su estrategia de usar a los rehenes como moneda de cambio.
Un conflicto que sigue cobrándose vidas
Este trágico desenlace refuerza la urgencia de encontrar una solución a la crisis de los rehenes. Mientras la comunidad internacional exige la liberación de los cautivos restantes, las familias de los secuestrados continúan viviendo en la angustia de lo desconocido.
Pero desde varias partes del mundo, también se pide a Israel detener la barbarie desatada en Gaza.