La guerrilla del ELN anunció, a través de un comunicado, un nuevo paro armado en Chocó, con una duración de 72 horas, que comenzaría a partir del martes 18 de febrero.
El anuncio lo hizo el frente de guerra occidental que delinque en la región del Medio San Juan. Este paro armado afectaría a los habitantes del sur del Chocó y a los corregimientos de Dipurdú, San Miguel, Noanama y demás territorios aledaños al río San Juan.
El paro armado coincide con la llegada de 340 soldados, enviados por el Gobierno Nacional desde el pasado viernes y cuyo objetivo es frenar el accionar delincuencial del ELN y el Clan de Golfo, grupos con los que el Ejército sostuvo enfrentamientos la tarde del sábado.
Las disputas territoriales en el Chocó han acentuado la crisis humanitaria y ha deteriorado la seguridad. En las últimas semanas, los paros armados y la lucha entre el Clan del Golfo y el ELN han afectado a más de 50.000 personas, debido a la falta de medicina y alimentos, y a la restricción de la movilidad.
Según cifras del foro interétnico Solidaridad Choco (FISCH), desde el 1 de febrero de este año, más de 3.468 personas han sido desplazadas, 25 mil personas se encuentran sin acceso a alimentos o medicamentos y hay restricciones de movilidad, lo que afecta las labores diarias como son ir al colegio o trasladarse a los lugares de trabajo.
Frente a esta grave situación Nubia Carolina Córdoba, gobernadora del Chocó, hace un llamado urgente al Gobierno Nacional para que se tomen medidas en materia de seguridad y se le dé a relevancia a este fenómeno, pues la escalada violenta no ha sido contenida y lleva mucho tiempo activa.
Con este para armado, ya serían ocho en dos años, una problemática que debe ser atendida con prontitud pues ha dejado 80.000 personas afectadas por desplazamiento o confinamiento y deteriora la calidad de vida de sus pobladores.