Este llamado lo hace Martínez después de haber sido retenida por Duván Ardila, su ex pareja sentimental, a quien ya había denunciado a las autoridades y entregado pruebas. Sin embargo, estas no fueron aceptadas.
Solo hasta que ocurrió su secuestro, las autoridades evidenciaron la gravedad de las denuncias y el peligro por el que atravesó Lenis Paola Martínez y su familia.
A través de declaraciones realizadas al diario El Tiempo, Martínez relató los angustiosos momentos en que Ardila, su expareja, en compañía de dos hombres entró armado y por la fuerza a su apartamento, ubicado en Castilla, para llevársela.
Los sujetos en su huida, amordazaron y amarraron a la cama a los hijos de la víctima y los abandonaron al interior de la vivienda.
“Me agarraron muy duro, me metieron a la fuerza al carro, yo ahí grité nuevamente, no sé si había personas que se dieron cuenta (…) Yo sentí que era el fin de mi vida. Yo dije, de esta no me salvo”, afirmó Martínez.
Este hecho quedó grabado en las cámaras de seguridad del edificio y captaron el momento en que Lenis Paola es llevada a la fuerza por el sótano del edificio rumbo a los ascensores. Luego, es llevada en un vehículo particular color gris.
En las grabaciones de observa a un hombre con morral y un tarro de blanqueador, aunque después se conocería que en realidad el recipiente contenía gasolina.
La mujer dijo a El Tiempo que su expareja sentimental la secuestró por venganza. “El objetivo era tenerme unos días retenida para hacer sufrir a mi familia, hacerme sufrir a mí, porque él quería venganza” aseguró.
La victima también reveló que le rociaron con gasolina, agresión que le causó quemaduras. “(Me roció) con gasolina, me la espació del ombligo hacia abajo. De hecho, tengo quemaduras de este líquido inflamable” relató.
Frente al horror del secuestro y tras interponer una denuncia, Martínez recalca la necesidad de un mayor compromiso por parte de las autoridades, a escuchar la voz de las mujeres y a tomar en serio sus denuncias.